martes, 24 de septiembre de 2013

Vicisitudes de las Provincias tras la Proclamación de la Independencia

Capitanía General de Guatenala

VICISITUDES DE LAS PROVINCIAS TRAS LA
PROCLAMACIÓN DE LA INDEPENDENCIA

Los informes oficiales sobre los sucesos registrados en Guatemala durante los días 14 y 15 de septiembre de 1821, tuvieron repercusiones disimiles -conceptuadas hoy como dramáticos relatos- en las demás provincias centroamericanas, especialmente en las que se hallaban más distantes de Guatemala que fue la metrópoli donde residieron las autoridades superiores del antiguo Reino de Guatemala.

PROVINCIA DE SAN SALVADOR
El informe sobre la proclamación de Independencia fue recibido en San Salvador el 21 de septiembre. El Ayuntamiento se reunió en sesión especial y una nueva junta se celebró el día siguiente. El bando publicado en Guatemala el 17 del propio mes llegó a San Salvador el 26, y ese mismo día fueron publicados por bando los documentos enviados por el gobernante don Gabino Gaínza. Entre los vivas a la libertad dados por el pueblo, se les tomó el juramento de fidelidad a la independencia al jefe político don Pedro Barrienre, al alcalde constitucional de Ayuntamiento, don Casimiro García Valdeavellano, a los individuos del Ayuntamiento y demás autoridades, acto que se realizó en las Casas Consistoriales.

Mas si en San Salvador hubo júbilo indescriptible de parte del pueblo y de las autoridades eclesiásticas y las edilicias al enterarse de la independencia proclamada en Guatemala, la fehaciente documentación histórica nos demuestra que no ocurrió lo mismo en las capitales de las otras provincias, donde los funcionarios que se hallaban en el ejercicio del mando estimularon los odios, enervaron los egoísmos y las reyertas, ya fuera con la intención de quebrantar la supremacía de la antigua capital del Reino, o porque se creyeron amenazados en la estabilidad de sus empleos o bien debido a la confusión que en ellos crearan los graves sucesos de aquella época respecto a lo que ocurría en México, eso es, el texto del Plan de Iguala y los informes relacionados con los sucesivos triunfos militares de Iturbide. De cualquier manera que fuese, la actuación de aquellos funcionarios que eran subordinados del jefe político don Gabino Gaínza, fue la primera en oponerse abiertamente a la unidad política de las cinco provincias y la que encendió la idea separatista.

PROVINCIA DE HONDURAS
Los informes sobre la independencia merecieron la aprobación de Tegucigalpa, Los Llanos y otras poblaciones de Honduras. No fue así en Comayagua, donde el intendente José Tinoco, se negó a reconocer lo resuelto en Guatemala, y el 29 de octubre declaró que la Provincia se sometía al gobierno de México sin aceptar lo acordado en Guatemala. La actitud de Tinoco fue rechazada por los patriotas en Tegucigalpa, y de inmediato se organizaron fuerzas para atacarlo, y para ejecutar su plan, contaron con la cooperación de contingentes armados de El Salvador y Guatemala. Tinoco, al enterarse de que sería atacado, salió de Comayagua hacia el norte, en el intento de fortificarse en esa región. Sus intentos anexionistas se vieron frustrados. Resignó el mando en el canónigo Nicolás Irías y en don Juan Lindo, y precipitadamente se marchó a México.

PROVINCIA DE NICARAGUA
En los pueblos de la provincia de Nicaragua fue recibida la noticia de la independencia de muy distintas maneras. El intendente de León, don Miguel González Saravia, el jefe de las milicias Joaquín de Arachavala y el obispo de aquella diócesis fray Nicolás García Jerez, se pronunciarón abiertamente contra lo resueltoen Guatemala el 15 de septiembre de 1821. Estos varones no eran firmes en sus hechos, como lo prueban las distintas disposiciones que adoptaban sin consultar al pueblo. Contra las disposiciones de las autoridades de León se manifestaron los pueblos de Matagalpa, Granada, Masaya y otros partidos que aceptaron la independencia proclamada en Guatemala. Y como consecuencia de tales sucesos, en Nicaragua se registraron graves acontecimientos en el curso de varios meses.

PROVINCIA DE COSTA RICA
Se enteró de la independencia el 13 de octubre de 1821, fecha en que el jefe político subalterno, coronel Juan Manuel de Cañas, recibió las comunicaciones de Gaínza, y al propio tiempo, las actas suscritas en León(1). En cabildo abierto fueron leídos los documentos recibidos; deliberaron las autoridades de Cartago hasta llegar al acuerdo de acogerse a lo resuelto en León, es decir, "que permanecerían independientes del gobierno español hasta tanto se aclarasen los nublados del día y pudieran obrar con arreglo a lo que siguieron sus empeños religiosos y verdaderos intereses". Lo resuelto tan rápidamente por las autoridades de Cartago originó serias dificultades al coronel Cañas. ya que si el partido de Heredia expresó su asentimiento en lo acordado en León, Alajuela y San José manifestaron su firmeza en favor de la independencia absoluta, sin esperar a que "se aclarasen los nublados del día". Para buscar una formula conciloatoria, se dispuso en Cartago que allí se celebraria un congreso de representantes de toda la nación. Así se hizo. Y el congreso dispuso proclamar la independencia de Costa Rica, provincia que se gobernaría por si sola, sin aceptar el acta de León ni la de Guatemala. Se designó al coronel Cañas para que gobernara con el nombre de jefe político patriótico.

El juramento de la independencia fue el 1ro. de noviembre, ante los oficios del cura de Cartago Joaquín de Alvarado, quien la tomó a las autoridades y al pueblo, con las siguientes palabras: "¿Juráis a Dios Nuestro Señor guardar y hacer guardar con vuestras armas, bienes y personas la independencia absoluta del gobierno español y sujetaros al imperio mexicano?".

Tal como ocurriera en Nicaragua, los costarricenses sufrieron una época turbulenta, caótica, de cruentas luchas entre los partidos que abrazaban la independencia absoluta y los que favorecían la anexión al imperio mexicano. Fue hasta el 8 de octubre de 1823 cuando el Congreso decretó que de acuerdo con la voluntad de los pueblos queda adherida la Provincia a las que tenían representación en la Asamblea Nacional Constituyente de Guatemala, y que, aunque desde esa fecha se incorporaba a las provincias de Centro América, no se contraía a prestar obediencia a las leyes que dictara el Congreso en tanto no confirmara esa incorporación con el juramento.

Tales fueron los resultados de las noticias oficiales de la independencia, recibidas en las provincias que formaron el Reino de Guatemala. Se ha argüido que de parte de las autoridades centrales, las de Guatemala, hizo falta una labor de información completa sobre los sucesos registrados el 15 de septiembre en la Junta de Notables celebrada en el palacio, lo que dio origen a que en algunas de las provincias se creyese que les obligara a aceptar una resolución sobre la cual no se les abría informado ampliamente.

Tal vez no sean del todo justas tales opiniones, porque juntamente con la copia del Acta de la Independencia fueron enviados a las autoridades de cada provincia, por medio de correos extraordinarios, el manifiesto del jefe político superior, don Gabino Gaínza y un documento firmado por "un patriota". Además, vemos que era muy clara en sus conceptos la comunicación del propio Gaínza en los envíos del acta del 15 de septiembre. Por ejemplo, al dirigirse a las diputaciones de Comayagua, León y Ciudad Real, expresa textualmente:

"Exmos. Srs.: Acompaño a V. S. ejemplares del manifiesto y acta celebrada por la junta Provisional que se instaló en esta ciudad con motivo de haberse proclamado la independencia del Gobierno español.
El voto uniforme de este pueblo y el de la Junta Provisional, es el de conservar la unión más íntima con todos los de este afortunado Reino: que sea uno el gobierno que los una, bajo los principios de fraternidad, y bajo la garantía de leyes justas establecidas por los representantes de la nación, A este grande objeto se dirige la convocatoria adjunta. Yo espero que V. E. correspondiendo a tan nobles sentimientos, se sirva dictar las medidas más activas para llevar adelante la obra de nuestra regeneración política y que dé este nuevo testimonio del carácter pacífico y patriótico que distingue a los beneméritos individuos de esa corporación.
Dios guarde, etc., septiembre 18 de 1821".

También las autoridades municipales se encargaron de informar a las provincias sobre el gran suceso del 15 de septiembre. Prueba esa labor el documento que expresa:

"El Ayuntamiento de Guatemala al de Cartago. El día 15 del corriente se juro en esta ciudad su gloriosa independencia. Este ayuntamiento patriótico poseído de la más dulce satisfacción, tiene el honor de comunicarlo a V. S. acompañandole los adjuntos impresos.

Nada a llenado de tanto gozo a esta Corporación como las virtudes que ha manifestado este heroico pueblo en medio de los transportes de alegría y de las festivas aclamaciones con que ha celebrado su libertad.

Nuestra dicha será colmada si todos los pueblos que comprende la demarcación de este reino, unen sus votos a los nuestros para procurar la felicidad general por principios justos de igualdad; y espera este Ayuntamiento que estrechándose nuestros antiguos vinculos aplauda V. S. los procedimientos de Guatemala. Dios guarde a V. S. muchos años. Sala Capitular de Guatemala, Septiembre 17. 1821. Año 1ro. de su independencia.

Dr. Mariano Larrave, Saturnino del Campo y Ariza. L. Antonio Robles. José Antonio de Larrave. Raimundo Quiñónez. Jn. Anto. Español. Carlos de Avila. José Petit. José Ma. Cárdenas. José Gerónimo Clavera. Isidoro del Valle Castriciones. Manl. Schez. de Paredes".

La proclama de "un patriota" fechada en Guatemala el 23 de septiembre de 1821, y que fue enviada a las autoridades de las provincias para que fueran conocidos sus términos patrióticos, dice en su parte final:

"Guatemaltecos: que este día de gloria y de placer, el 1ro. de nuestra existencia política, sea el de la unión de todas las voluntades: que el acto augusto de proclamar nuestra independencia se consigne para siempre en nuestros anales como el de la alianza y fraternidad general; que desaparezcan los resentimientos y las desconfianzas. Va a reunirse el congreso constituyente, y mientras tanto el gobierno popular, un gobierno justo, está encargado de nuestra seguridad; auxiliémosle para la conservación del orden, de la paz y de la unión; y el Ser supremo, protector de la libertad, bendecirá una revolución formada con arreglo a sus eternas leyes".

Esta proclama sirvió en las provincias para dar seguridad de paz y de orden, al propio tiempo que invitaba a la unión. Fue un verdadero acierto de un patriota.

Arturo Valdés Oliva
Breves apuntes sobre la Independencia
Editorial "José de Pineda Ibarra"
Ministerio de Educación Pública
1969

1. Esta curiosa Acta, también conocida como el "Acta de los Nublados" reconoce la independencia de las provincias de Nicaragua y Costa Rica, primero de Guatemala "que parece se ha eregido soberana", y luego del gobierno español "hasta tanto se aclaren los nublados del día"... esto quiere decir, según algunos historiadores, que reservaban su proceder a la reacción de las fuerzas armadas españolas, es decir que si España reaccionaba enviando tropas ellos volverían a ser colonias españolas.  

se adjunta transcripción del Acta de los Nublados

28 de septiembre de 1821

A LOS HABITANTES DE LA PROVINCIA DE NICARAGUA Y COSTA RICA

Nuestra diputación provincial e ilustrísimo prelado, en vista de los sucesos que han tenido lugar en Guatemala el quince de los corrientes, se han reunido y deliberado sobre acaecimientos de tanta entidad y trascendencia, extendiendo los siguientes acuerdos:

1ro.    La absoluta y total independencia de Guatemala, que parece se ha erigido en soberana.

2do.   La independencia del gobierno español, hasta tanto que se aclaren los nublados del día y pueda obrar esta provincia con arreglo a lo que exigen sus empeños religiosos y verdaderos intereses.

3ro.   Que en consecuencia continúen todas las autoridades continuadas (sic) en el libre ejercicio de sus funciones con arreglo a la constitución y a las leyes.

4to.   Que se tomen las medidas más eficaces para la conservación del orden y sostenimiento de los funcionarios públicos, prestándoles el más eficaz auxilio, en la inteligencia de que el gobierno castigará severamente a los perturbadores de la tranquilidad pública y desobedientes a las autoridades.

5to.  Que se publique por bando este acuerdo, comunicándolo a toda la provincia para su inteligencia y observancia, anunciandosele que sucesivamente se proveerá a los puntos dignos que oportunamente se tomarán en consideración, sin omitir trabajo ni fatiga por el bien religioso y civil de estos habitantes, que tantas pruebas de confianza han dado a las autoridades.

Lo que se publica para la debida inteligencia notoriedad y cumplimiento.

Dado en la Sala de sus sesiones. En León, a veinte y ocho de septiembre de mil ochocientos veinte y uno.- Miguel Gonzalez saravia.- Fr. Nicolás Obpo. de Nicaragua.- Vicente Agüero.- Juaq. Arrechavala.- Domingo Galarza.- Manl. López de la Plata.- Pedro Portocarrero.- José María ramírez.- Agn. Gutiérrez Lizaurzabal.- Pedro Solis.- Juan Franco. Aguilar, Secretario.

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