domingo, 20 de abril de 2014

El Cristo del Hermano Pedro (La leyenda del Señor Sepultado de Santa Catarina)



El Cristo del Hermano Pedro

Rafael del Llano estaba exhausto aquella noche. Luego de un día de intenso trabajo conducía al paso, por la calle del Teatro, el landó de alquiler del cual era cochero. Era viernes. La noche de un viernes santo ya bastante avanzada. 

Después de trasladar a dos ancianas rezagadas hasta la calle del Seminario, regresaba a los establos de Schumann a rendir cuentas al patrón y guardar el landó. Como caminaba hacia el barrio de Santa Catarina, dobló en la esquina de la iglesia de la Merced y enfiló por la calle de la Esperanza.

Rafael, además de cansado, se sentía triste. Aquel ambiente impregnado de incienso y aroma a flor de corozo, pesaba sobre su espíritu, como el fanatismo místico sobre la ciudad. Silencio absoluto. Calles solitaria y oscura. Escuchaba tan sólo el ruido de herraduras del caballo que se estrellaban en el empedrado.

Atravesó la calle de La Concepción, y vio la hora en uno de los relojes de la Catedral.

─Hay razón para estar cansado ─musitó─ si son ya más de las once.

Y prosiguió su camino por la misma calle. En su mente bullía el recuerdo de los acontecimientos del día: había transportado a muchas personas a las distintas procesiones que recorrieron los barrios y las calles de la ciudad, sobre todo el Santo Entierro de Santo Domingo, a donde más gente se vio obligada a trasladar. En verdad estaba impresionado con esta última por su sobriedad, el silencio de los cargadores y la inmensa tristeza del cristo yacente. Además, era la procesión de su barrio. El vivía en el callejón del Carrocero. 

Ese año ─seguía pensando─, por primera vez en mucho tiempo, el Señor Sepultado de la iglesia de Santa Catarina no había salido en procesión. Se decía que muchas habían sido las causas: falta de dinero, de organización… en fin… ¡Qué sabía él! Su desolación era mayor aún porque además de cargarlo, le profesaba una fe inmensa.

¡Ah sí! ─se decía─, Qué milagroso es el sepultado de Santa Catarina. Recordaba que cuando niño, su abuela le había contado la historia del Señor que remontaba a Santiago de Guatemala, mucho tiempo antes del terremoto de Santa Marta.

Le había relatado que una noche el Hermano Pedro se encontraba rezando a los pies del crucifijo, en una iglesia cuyo nombre había olvidado.¹ 

Era ya muy tarde –había dicho su abuela-, pasaba la media noche… y cuando más arrobado se hallaba en su oración el Santo Hermano, escuchó la voz del crucificado que le decía:

─Pedro, hijo mío, quiero ser sepultado en el coro bajo de las Catarinas.

El Hermano, sin titubear, se dio vuelta y recibió la imagen sobre sus hombros y salió muy despacio a la oscuridad de la noche. El peso del crucificado doblegaba su espalda. Por ser la imagen más alta que él, se vio obligado a arrastrarle los pies por el empedrado de las solitarias calles de la urbe. Así después de largo y penoso recorrido, llegó al Convento e iglesia de las Catarinas. Las monjas lo esperaban con cirios encendidos a lo largo del templo. En el coro tenía ya preparada una urna que acogería al Señor. Allí lo depositó el Hermano Pedro, con sumo respeto. (Testimonio de ese milagro eran las raspaduras hechas cuando lo llevaba en hombros y que la imagen todavía presentaba después de tantos y tantos años. Rafael las había visto y aún palpado). 

Según su abuela, aquel suceso había estimulado a miles de fieles a acercarse a adorar al crucificado que había querido ser sepultado en aquel lugar. 

Después de los terremotos de Santa Marta –concluían sus recuerdos- el Señor fue trasladado a la Nueva Guatemala y colocado en una capilla de la iglesia del Convento, que las monjas Catarinas habían mandado levantar, y donde hoy se encontraba.

Abstraído en estos pensamientos, después de pasar junto al callejón del Manchén, llegó a la calle Real y la atravesó. Poco faltaba para llegar a su destino.

De golpe, las notas fúnebres de una marcha le hicieron volver en sí y buscar el lugar de donde provenía.

─¡No es posible!  ─exclamó─ la procesión de Santa Catarina… ¡Y tan tarde! ¡Pero si me dijeron que no saldría este año!

En efecto, a lo lejos veía Rafael, viniendo de la calle del Olvido y doblando la esquina del convento de las Catarinas, rumbo al templo, el anda en que descansaba la urna de oro y mármol del Señor Sepultado. Una banda de músicos marchaba tras ella. Abriendo la procesión, los ciriales llegaban ya casi hasta la puerta del templo, y luego dos columnas de cucuruchos con túnica negra y velas encendidas en las manos caminaban silenciosos y con lentitud a la vera de la calle…

¡Si camino rápido ─se dijo el cochero- alcanzaré la bendición! El anda ya está llegando a la iglesia, pues oigo ya el arrastrar de las horquillas de los cargadores y las notas de la banda… el Señor ya está en el atrio… ¡tocan la granadera...!

Y apresurando el paso de su caballo, salvó veloz las dos cuadras que aún le faltaban. Al llegar al atrio del templo su espanto fue tremendo… ¡no había nada! ¡la procesión había  desaparecido! 

Un viento fuerte se levantó y en su furia hizo tronar las campanas de la torre. El tañido se fue rebotando en el silencio de la noche.

Rafael, clavado en el coche, como una estatua, no acababa de comprender. Un sudor frío bañaba su rostro y un compulsivo temblor sacudía su cuerpo, hasta que cayó desfallecido en el pescante del landó.

El caballo, ya sin dirección y siguiendo su instinto, se encaminó a los establos de Schumann, ubicados en la calle posterior del templo.

A la mañana siguiente encontraron el landó en el patio central con el cadáver de Rafael del Llano en su interior, horriblemente crispado.

Y, desde entonces, el señor sepultado de Santa Catarina jamás volvió a salir en procesión.²


Notas:
¹ De acuerdo con la tradición oral de la ciudad de Antigua Guatemala y con las leyendas piadosas atribuidas al Hermano Pedro de San José de Betancourt, el hecho aquí narrado sucedió en la iglesia de El Calvario en La Antigua Guatemala, frente al Cristo Crucificado que se encuentra bajo el coro. 
Recuérdese que el Hermano Pedro, por ser terciario franciscano, vivió largos años en ese lugar.

² Conmemorando los 200 años del traslado de la imagen a la Nueva Ciudad de Guatemala en el Valle de la Ermita ocurrido en el año 1809, Un viernes santo 3 de abril del año 2009, El Señor Sepultado de Santa Catarina sale de nuevo a recorrer la calles y avenidas del Centro Histórico de nuestra hermosa ciudad.

Viejas Consejas:
Sobre Santos Milagrosos y Señores de los Cerros
Celso A. Lara Figueroa
© Litografías Modernas 1995 ®

lunes, 14 de abril de 2014

Jesús Nazareno de las Tres Potencias

Jesús Nazareno de las Tres Potencias
Foto: procesionesdeguatemala.com

JESÚS NAZARENO DE LAS TRES POTENCIAS
Iglesia de la Santa Cruz del Milagro, Parroquia Vieja.

Esta sagrada escultura data del tiempo de la Colonia, durante un tiempo se atribuyó al escultor Quirio Cataño sin embargo investigaciones recientes indican que es obra del maestro escultor Don Alonso de La Paz y Toledo quien la burilara en 1667.

De La Paz y Toledo no encarnaba sus obras por lo que la encarnación de dicha imagen estuvo a cargo del maestro dorador Joseph Mazariegos.

Estuvo originalmente en el Oratorio de San Felipe Nery en la muy noble y muy leal Ciudad de Santiago de Los Caballeros de Guatemala.

En 1737 se funda la Cofradía de la Santa Pasión y dan inicio sus cortejos procesionales, los cuales se realizaban el Domingo de Ramos.

Dicho cortejo procesional era organizado por caballeros de la alta sociedad, razón por la cual la sagrada imagen del Nazareno de La Escuela de Cristo también era conocida como “Jesús Nazareno de Los Nobles.”

Jesús Nazareno de las tres Potencias por el
Maestro Luis Alberto de León de León
En 1779 Es trasladada a la Nueva Guatemala, siendo llevada al nuevo templo de La Escuela de Cristo, erigido en lo que hoy es la 4a. Av. y 7ª Calle en el Centro Histórico. 

EL nuevo templo quedó establecido y de inmediato se establece la mañana del Jueves Santo para volver a sacarle en solemne procesión.

En 1882 el Gobierno Liberal de Justo Rufino Barrios suprime la orden de los Padres Filipenses, los expulsa del país y expropia el terreno que ocupaba el templo y convento ordenando que fuesen demolidos hasta sus cimientos.

Todos los bienes de la orden fueron dejados literalmente en la calle... Por lo cual personas piadosas tomaron la medida emergente de colocar temporalmente al Nazareno de Los Nobles en el templo de Santa Catalina.

El 18 de Septiembre de 1884 es trasladado a la Ermita de Nuestra Señora de la Asunción a donde había sido llevada la reliquia de La Santa Cruz del Milagro. 

Por tal motivo dicha Ermita pasó a convertirse en el templo de la Santa Cruz del milagro.

El Lunes Santo de 1896 se realiza su primer procesión en la Nueva Guatemala. 

En el año 1917 se le dio el nombre de “Cristo de los Pobres”. Título que se fue perdiendo en el tiempo...

El Resplandor estilizado que esta tricentenaria imagen porta sobre su cabeza es de un estilo muy particular conocido como “Potencia” el cual está formado por tres destellos, que representan las tres virtudes de la Santísima Trinidad; Padre “Creacion”, Hijo “Redención”, y Espíritu Santo “Santificación”.

La sagrada imagen adquirió el título de “Jesús de Las Tres Potencias” en alusión a dicho resplandor y es con este título que aún se le rinde culto de veneración.

En 1924 se forma canónicamente la hermandad de Jesús Nazareno de Las Tres Potencias, entidad encargada de su culto.

Y en el Lunes Santo 10 de Abril de 1960 se estrenó su marcha oficial “Ternura Infinita” inspiración del Presbítero Julio González Celis.

Oscar G. Ortiz 
http://www.cuaresmaysemanasanta.com/jesusdelastrespotencias.html

viernes, 11 de abril de 2014

La Marimba, Parte 2, Construcción de la Marimba

Construcción de la Marimba, Los Hermanos Rosendo Ernesto y Mario Roberto 3ra. generación de constructores.
Foto esQuisses.net

LA MARIMBA
Parte 2

CONSTRUCCIÓN DE LA MARIMBA

No es tarea fácil hacer una marimba y su fabricación constituye una industria especialmente localizada en Guatemala, de donde se exportan a México y al resto de Centroamérica.

Se usa para las teclas una madera preciosa y de gran sonoridad, el hormigo u hormiguillo (Platymiscium dimorphandrum Donn), del que vulgarmente se distinguen dos variedades, el hormigo blanco y el negro. Según nuestro músico Mario Valverde¹, debe emplearse hormigo hembra pues el hormigo macho no raja parejo, por estar lleno de nudos, debiendo las tablillas o teclas ser rajadas a machete y no cortadas con sierra, porque en el segundo caso no soportarían el golpe repetido de las baquetas. Idéntico suministra Kurt Severin²; "Tengo la convicción de que la fabricación de marimbas es uno de los trabajos más difíciles imaginables en el ramo de la construcción de instrumentos musicales pues aparte de la pericia y de la experiencia del operario, se requiere un conocimiento profundo  del material empleado, el que se encuentra en muy pocas o a la vez muy apartadas regiones únicamente. Por ejemplo, para la hechura de las tablillas, el maestro busca en las lejanas montañas de Guatemala la madera del árbol conocido con el nombre de hormigo, la que debe cortarse en cierta estación del año para que sirva a lo que se destina. Su grano o hebra debe ser finísima y recta, y después de cortada la madera, se pone a secar al aire, por lo menos durante dos años antes de que se pueda emplear en la fabricación de tablillas tonales", lo cual se hace ─agrega─ con una azuela famosísima, cuyo golpe debe calcular el maestro para que el grosor se ajuste al sonido, nota y registro que cada una debe ocupar en el instrumento, sin astillarla ni dejarle cualquier otro defecto, so pena de repetir su difícil trabajo. se afina la tablilla a golpes de azuela y luego se pule, raspándola con una concha de mar, hasta que los poros de la madera se cierran de tal modo que el tono logrado no cambie durante muchos años de uso. El doctor Jorge Castañeda Paganini³ dice al respecto: "La tarea de afinar la marimba, sea cuando se construye un instrumento o cuando, según el clima, cambia el tono de los teclados ─baja o sube─, necesitan buen conocimiento de la calidad de la madera que se usa"; rebajando el centro o cualquiera de los extremos de la tecla se cambia su tonalidad, aparte del del recurso ocasional de aditar un pedazo de cera debajo de la tecla para bajar el tono. Algunos hacen las teclas de "granadillo" (Amerimon Granadillo).

Afinando las teclas de una marimba

Las baquetas se fabrican con varillas de huitzicil, (Sandoval escribe huisisil), material empleado antes por los indígenas para sus flechas, duro y flexible, enrollándoles capas de hule (castilloa elástica), hasta dar al masillo el grosor requerido para percutir en los diversos registros de la marimba; también es variable el grado de flexibilidad de las varillas, según se destine a tocar los bajos, el centro o el tiple del instrumento. En el departamento de San Marcos se sacan las baquetas de un árbol llamado palo santo y también guachipilín (Diphysa Rubenoides), cuya ramas delgadas son muy fuertes y flexibles.

No menos laboriosa y delicada es la fabricación de los cajones, con tablillas de cedro o de ciprés muy lisas y pulidas, sin nudos, astilladuras u otros defectos, de forma trapezoidal para ensanchar el cajón hacia su base, la cual se cierra en forma de pirámide invertida; mas también hay cajones que se ensanchan en forma cilíndrica que copian o recuerdan los tecomates de la primitiva marimba, y que algunos llaman pumpos. El largo y diámetro de los cajones va en disminución, de los bajos al tople, como los tubos de un órgano y su recogida boca cuadrangular en la parte superior, queda suspendida por debajo del centro de la tecla correspondiente.

Cajón de marimba

Pero el secreto del sonido característico de la marimba, o charleo, proviene del mush (ombligo en lengua indígena), o sea el orificio practicado cerca de la base de los cajones cubierto por una membrana tensa adherida a los bordes por medio de un anillo de cera. Generalmente se empleó como membrana la corteza macerada de una planta textil vulgarmente llamado cheché, y todavía se usa en las marimbas del departamento de San Marcos; a la fecha la membrana es de tripa de cerdo; según Valverde, de la hembra del cerdo, "pues la del macho es demasiado ordinaria y no produce la misma vibración que es el gran secreto de nuestro instrumento para lograr su resonancia".

La armazón o "mesa" ─como le dicen los marimberos─ que sostiene el teclado y carga las cajas de resonancia, es un mueble muy lujoso, fabricado con maderas finas altamente labradas, a menudo con incrustaciones de otras maderas preciosas; y las patas son artísticamente torneadas; constituyendo el conjunto un alarde de ebanistería.

Armazón de marimba

David Vela
La Marimba
Editorial "José de Pineda Ibarra"
Ministerio de Educación Pública
1962

miércoles, 9 de abril de 2014

La Bandera y el Escudo Nacional de Guatemala

Bandera Nacional de la República de Guatemala

La Bandera y el Escudo Nacional
de Guatemala

La Bandera

La bandera de la república de Guatemala fue establecida por el gobierno del general Miguel García Granados en decreto número 12 de fecha 17 de agosto del año 1871.


La bandera es la insignia suprema de la Patria. Lleva en su centro el escudo de armas de la República y no lleva ninguna leyenda o inscripción adicional, salvo en los casos previstos por los reglamentos militares.

Los colores de la bandera son el azul (ISCC-NBS177) que significa fortaleza, justicia, verdad y lealtad y el blanco (ISCC-NBS263) que significa pureza, paz, integridad y luz. Por eso, nuestro Himno Nacional  al referirse a la bandera de la Patria dice:

"Es tu enseña pedazo de cielo
en que prende una nube su altura"

Colocados en tres franjas verticales del mismo ancho, dos azules en los extremos y una blanca en el medio. La forma de la bandera es rectangular, con dimensiones proporcionales, en relación de 5 vertical y 8 horizontal, como corresponde a la regla de oro de la proporción estética. La franja blanca lleva en el centro el escudo de armas de la República, en dimensiones proporcionales a la bandera.

Bandera significa lo mismo que pabellón nacional pero su nombre oficial el "Bandera Nacional".

La bandera mercante, es decir, la que usa la Marina de Guatemala, es la misma bandera ya descrita, pero no lleva escudo.



Escudo de Armas de la república de Guatemala

El Escudo

El escudo de armas de la República fue establecido  por el gobierno del General Miguel García Granados en el decreto número 33 de fecha 18 de noviembre de 1871.

Descripción

Se ubica sobre la franja blanca de la bandera, formando parte integrante de esta. Se podrá diseñar el escudo independiente de la bandera, pero entonces irá en campo celeste claro, conforme dispone la ley de su creación.

Los rifles del escudo, corresponden  a los Remington que se usaban en la época de la revolución liberal de Justo Rufino Barrios y Miguel Garcia Granados. en la conformación del escudo se representan con bayoneta triangular calada, de perfil, con el guardamonte hacia abajo y entrecruzadas en el centro del escudo.

Las espadas, símbolo de justicia y soberanía, se presentan desenvainadas y en oro, entrecruzadas en ángulo simétrico al de los rifles.

Enlazando esas armas van dos ramas de laurel al natural, con sus frutillos pequeños y de color verde, ligeramente más oscuro que el de las hojas; dichas ramas de laurel se entrecruzan en la parte inferior pero no llevarán atadura alguna. Las hojas inferiores de las ramas de laurel se enlazan con las empuñaduras de las espadas, las hojas siguientes hacia el extremo superior se enlazan con las culatas de los rifles, y las últimas hojas, en el extremo superior de cada rama, se enlazan con las bayonetas.

En el centro del escudo, sobre el cruce de los rifles, va desenrollando un pergamino, cuya leyenda hace inmortal la fecha del nacimiento de la Patria. Dicho pergamino tiene una vuelta y media hacia el frente en la parte superior, y una vuelta y media hacia el reverso en la inferior descansando ésta sobre las hojas de las espadas. En el pergamino figura la siguiente leyenda: en letras mayúsculas de oro, en cuatro líneas, así: en la primera LIBERTAD, en la segunda 15 DE, en la tercera SEPTIEMBRE y en la cuarta DE 1821.

En la parte superior derecha del pergamino se posa el Quetzal, símbolo supremo de la libertad. Está de perfil y se representa en sus colores propios; las plumas caudales más largas pasan sobre las armas del lado correspondiente (lado derecho del observador) y sobrepasan ligeramente las hojas inferiores del laurel.

Historia

Guatemala en su historia a contado con 6 escudos anteriores, 1 como Las Provincias Unidas del Centro de América, 1 como la posterior República Federal de Centroamérica 1 como estado miembro de dicha República Federal y 3 como estado independiente.

Escudo de las Provincias Unidas del Centro de América (1823-1825)

Escudo de la República Federal de Centroamérica (1825-1842)    

Escudo del Estado de Guatemala dentro de la Federación (1825-1843)

Como Estado Independiente:


Escudo del Estado de Guatemala (1843-1851)
Escudo de armas de Guatemala (1851-1858)
Escudo de armas de Guatemala (1858-1871)

El actual escudo de la república de Guatemala nace en la conmemoración de los 50 años de vida independiente, cuando el Presidente de la república durante esa época, el General Miguel García Granados solicita a la casa de la moneda  la elaboración de un símbolo conmemorativo.

Juan Bautista Ferner, Suizo de nacimiento, que había llegado a Guatemala para trabajar como grabador de la Casa de la Moneda durante el Gobierno de Rafael Carrera, diseñó y presentó el grabado llamado "despertando el sueño del Quetzal". Diseño que agrado en sobremanera al Presidente García Granados quien lo termina adoptando como Escudo de Armas de la República con el decreto no. 33 el 18 de noviembre de 1871.

Culto a la Bandera y al Escudo Nacionales

Como representación suprema de la Patria, la bandera de Guatemala no saluda ni rinde honores a ningún funcionario, persona o entidad particular u oficial.

En las embarcaciones mercantes nacionales, o barcos con registro guatemalteco, se izará la bandera, pero ésta no llevará escudo.

Ninguna otra bandera o insignia se colocará por encima de la bandera de Guatemala.

La bandera enarbolada deberá ondear libremente, sin que su extremo toque objeto alguno ni descanse sobre el.

La bandera se pondrá siempre en alto y libre el extremo opuesto al de amarre.

En los centros de enseñanza, públicos y privados, se rendirá culto constante a las insignias nacionales.

Al ser izada o arriada la bandera nacional, o en todo acto en que se le rinda culto. los guatemaltecos deben guardar actitud de profundo respeto, permanecerán de pie, dando frente a la bandera, con la cabeza descubierta.

En todo desfile la bandera deberá ir siempre acompañada de una guardia de honor. Si va acompañada de otra u otras, ocupará el sitio de honor.

Por ningún motivo se usará la bandera para cubrir mesa o mueble alguno; para recibir, sostener o llevar cosa u objeto; ni en anuncios comerciales o como prendas de vestir.


La Bandera y el Escudo Nacional de Guatemala
Tipografía Nacional.