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jueves, 8 de mayo de 2014

José de Pineda Ibarra y la Imprenta en Guatemala



I

INTRODUCCIÓN

Con motivo de cumplirse el tricentenario de la muerte del impresor que laboró en Guatemala, José de Pineda Ibarra, acaecida en Santiago de Guatemala, el 2 de octubre de 1680, el Comité encargado de conmemorar dicho acontecimiento, considera de gran importancia y utilidad divulgar los hechos conocidos más sobresalientes en el trascendental quehacer de dicho impresor.

De allí emana la razón de redactar en brevísima semblanza, para darla a conocer al público en general y particularmente a los estudiantes, toda vez que no es fácil tener a mano los datos biográficos de este impresor a quien tanto deben varias generaciones que cotidianamente se superan a través de la letra impresa en nuestro medio, herencia de quien, entre más abnegado, más desconocido es en nuestro medio.

Recordemos que en el siglo XVII el milagro de la difusión de la cultura a través de la imprenta debía sentirse todavía relativamente cercano en el tiempo. Juan Gutenberg había creado la imprenta de tipos móviles a mediados del siglo XV, en Maguncia hacia 1440. De Alemania, este sistema de impresión se extendió por el resto de Europa con relativa rapidez, habiendo penetrado en España aproximadamente en 1468.

En 1539 cruza el Atlántico para establecerse la primera imprenta en la ciudad de México; a Lima, llega en 1584 y a Puebla, en la Nueva España, en 1640. Guatemala fue, por consiguiente, la cuarta ciudad, de las posesiones españolas en América que contó con imprenta según veremos más adelante, pues la obtuvo en 1660.

Lo que creemos digno de señalar, es la enorme e incalculable relevancia que la imprenta tuvo para la difusión de la cultura. Si por un momento pensamos en los meses de trabajo que a un copista le tomaba reproducir a mano un ejemplar de cualquier obra, es preciso notar la diferencia operada mediante el uso de la imprenta, por medio de la cual se podía reproducir el número de copias que se deseara en un tiempo admirablemente más corto, haciendo llegar la cultura a muchos lugares a precios más asequibles, porque las copias hechas por los amanuenses únicamente podían pagarlas determinadas instituciones o personas de amplios recursos económicos. Es por ello que nunca será suficiente insistir en los beneficios que la imprenta ha aportado a la humanidad, facilitando que la cultura, en el más amplio sentido del término, pudiera llegar a mayor cantidad de personas, lo cual es aún más verídico cuando los recursos tecnológicos cada vez más han simplificado, a la vez que tecnificado y acelerado la publicación de la impresión de libros, revistas y periódicos que circulan diariamente por millones, llevando todo tipo de información al público lector en todo el mundo, amén de material didáctico y libros de primeras letras que llegan a conocimiento de la niñez.


Fotografía de la réplica de una imprenta del
siglo XVII que se encuentra en el Museo
del Libro Antiguo, Antigua Guatemala

II

INTRODUCCIÓN DE LA IMPRENTA
EN GUATEMALA

El Reino de Guatemala vivió en el siglo XVII un periodo de gran florecimiento cultural, característico de una sociedad que habia madurado lo suficiente para producir obras de gran interés en muchos campos de la ciencia y el arte. Pudiera decirse que Guatemala comenzaba a encontrarse a sí misma, lo cual puede percibirse en la arquitectura, en la escultura, en la pintura, en la historia, en la lingüística y en la literatura. De allí que la presencia de la imprenta en Guatemala fuera vista como algo ineludible y lógico, siendo el obispo fray Payo Enríquez de Rivera el factor final y decisivo para la obtención de este importante beneficio cultural para Guatemala.

En todo caso, sabemos que muchas instituciones y personas particulares en Guatemala habían tratado de obtener una prensa de imprimir en el Reino. Sin embargo, fue fray Payo quien tomó la decisión de aportar el dinero necesario para comprar dicho tórculo y contratar al primer maestro impresor, aprovechando la experiencia y conexión que en tal campo tenía el fraile franciscano, residente en Guatemala, fray Francisco de Borja, miembro de una familia ilustre de impresores en España y la Nueva España.

Efectivamente, se comisiona a este personaje para marchar a Puebla, ciudad en donde su familia tenía establecido un taller de imprenta; compró la prensa y contrató al impresor a mediados de marzo de 1660, costando el tórculo $1538 y un real, dinero que recibió José de Pineda Ibarra de fray Borja, quien debería proporcionarle posteriormente el dinero necesario para trasladarse él y su familia, asi como la prensa, a lomo de mula, desde Puebla hasta Guatemala. De esa manera José de Pineda Ibarra viajó trabajosamente, en pleno periodo de lluvias, desde el altiplano central de México, en Puebla, hasta la ciudad de Guatemala, a donde llega el 16 de julio de 1660.




III

JOSÉ DE PINEDA IBARRA

El primer impresor venido a Guatemala, nació en la ciudad de México hacia 1629, hijo legítimo de Diego Ibarra y Juana Muñiz de Pineda, ambos posiblemente criollos o españoles americanos, pertenecientes a la clase media de la época. Su aprendizaje lo realizó en la imprenta de doña Paula de Benavides, viuda del también impresor Bernardo Calderón, así como en el conocido taller de Hipólito de Rivera. Posteriormente marcha a Puebla, ciudad en la que había un cierto auge tipográfico, en donde contrae matrimonio con María Montez Ramirez, natural de esa población, llegando a tener el grado de maestro impresor, debiendo contar con prestigio y experiencia, desde el momento en que fué escogido por fray Francisco de Borja para contratarlo y traerlo a Guatemala.

Una vez establecidos en Guatemala tanto él como la imprenta, muy pronto, pues en noviembre del propio año 1660, salió el primer impreso conocido que se haya editado en Guatemala, siendo éste un sermón predicado por fray Francisco de Quiñónez, el 4 de octubre del mismo año. En 1661 nació, ya en Guatemala, el único hijo que le sobreviviera y heredara el taller de imprenta, siendo este Antonio de Pineda Ibarra.

De la documentación conocida podemos sacar en conclusión que debió dedicarse no solamente a la impresión, sino también a la encuadernación y a la venta de obras religiosas, literarias e históricas, tanto nuevas como de segunda mano, así como a vender la obras impresas de su propio taller. Vivió y trabajó en una casa que estaba situada en los portales junto al Ayuntamiento, que había adquirido a censo de las monjas de Santa Catalina, y aproximadamente en donde se encuentra colocada una placa conmemorativa de bronce. Al otorgar su testamento el 31 de agosto de 1680, dice estar en cama y enfermo; habiendo fallecido, como ya hemos dicho, el 2 de octubre del mismo año. Del aludido testamento se desprende la pobreza en que murió este primer impresor, así como en lo relacionado con la imprenta; manifiesta textualmente lo siguiente:

"Item, declaro que dejo una imprenta aviada de todo lo necesario para trabajar y toda la herramienta que es menester para encuadernar, la cual dejo a mi hijo, el dicho Antonio de Pineda, para que gozando los frutos de ella, vaya pagando lo que pudiera de lo que debo".

De los datos anteriormente apuntados, podemos también colegir que José de Pineda Ibarra vivió poco más de cincuenta años, de los cuales veinte transcurrieron en Guatemala, habiendo llegado a ésta en su juventud, cuando frisaba los treinta años, es decir, en un momento de plenitud física e intelectual, que le capacitaron para realizar la tarea cultural que ocupó.

Infortunadamente se desconoce cómo era físicamente nuestro primer impresor, circunstancia muy usual en esa época, ya que únicamente los grandes personajes llegaban a ser retratados, por consiguiente, toda representación suya es totalmente imaginativa. Lo único que puede aportar algún dato adicional sobre su persona es la firma de complejo trazo que conocemos por alguno de los documentos por él signados, si bien la firma de su hijo Antonio es aún más complicada, como característica del periodo barroco.




IV

ACTIVIDAD DE LA IMPRENTA
DE LA FAMILIA PINEDA IBARRA

Los trabajos de impresión del primer taller editorial de Guatemala abarcaron poco más de 60 años, que corren desde 1660 hasta la muerte de Antonio Pineda Ibarra, ocurrida en 1721, desconociéndose, a partir de ese momento, el destino que tuvo el primer tórculo venido a Guatemala, pero que debemos suponer que fuera adquirido por algunos de los dueños de nuestros talleres abiertos a partir de 1715. De dicha prensa salieron importantes obras tales como Explicatio apologética, voluminosa obra de 755 folios, redactada por fray Payo Enríquez de Rivera en 1663; La Thomasiada, obra poética escrita por Diego Sáenz de Ovecurri, publicada en 1667, que consta de 261 folios. También alcanzó bastante difusión el Manual para administrar los santos sacramentos de don Nicolás Alvarez de Vega, que alcanzó dos ediciones, una de 1665, otra en 1689. Aparte de los libros, el grueso del trabajo realizado consistió en cartillas, catecismos y novenas, para lo cual los Pineda Ibarra obtuvieron una concesión de 1660 a 1667 y otra a partir de 1711; en suma, José de Pineda Ibarra llegó a publicar 69 impresos y su hijo 41, que hacen un total de 110 impresos. Asimismo, entre otras cosas, imprimían tarjetas de graduación universitaria, en las que se hacía constar los temas sobre los cuales versaría el examen de los graduados, la fecha y hora en que sostendrían la prueba; también figuraban los nombres de las autoridades universitarias y de las personas a quienes se dedicaba el acto académico.

Aparte de lo anterior ya hemos dicho que también vendían libros nuevos y usados, realizaban trabajos de encuadernación, tanto de las propias publicaciones como por encargo de particulares, lo que los hizo ser editores, impresores y libreros.

Vale la pena mencionar que los caracteres de letra utilizados en este primer taller, fueron de tipo renacentista, para cuando se había revivido las elegantes letras de tipo romano que dentro de su sobriedad guardaban gran elegancia y belleza que se siguieron usando en pleno barroco. Alguno de los trabajos, particularmente las tarjetas de graduación iban acompañadas de pequeños grabados hechos en madera que debieron ser diseñados por artistas guatemaltecos anónimos.




Luis Lujan Muñoz
Semblanza de José de Pineda Ibarra
Editorial José de pineda Ibarra
Ministerio de Educación Pública
1980

viernes, 2 de mayo de 2014

Análisis de la Letra de Himno Nacional de Guatemala (primera parte)


Facsimile del Himno Nacional de Guatemala 1896


I
INTRODUCCIÓN

Hace unos veinticinco años cuando en París estábamos, nos tocó en suerte gozar el entusiasmo y euforia de un 14 de julio, la fecha de la famosa "Toma de la Bastilla", motivo suficiente para proclamar los "Derechos humanos" ─que tan vulnerados son en nuestros días─ y que sin saber suficiente francés nos uníamos al coro general cantando "Allons enfants de la Patrie", el canto de la guerra de Rouget de L'Isle, que exalta los ánimos y hace que de las rocas brote agua cuando se escucha en el propicio momento de nuestra vida.

En esa ocasión pensábamos en Guatemala y con amigos compañeros del curso comentábamos los sucesos del 25 de junio de un año memorable; com mayor cariño, hacíamos un recuento del 20 de octubre de 1944 porque había sido el corolario de la Libertad, Igualdad y Fraternidad después de una época de aplicación de la mal recordada "Ley Fuga".

En las diferentes actividades de ese día veíamos rostros alegres, toda la gente feliz. Banderas singulares y pluralmente la de Francia, agitadas por el viento; la policía, los soldados, el idioma, los gustos dietéticos y muchas otras cosas nos llenaban de tristeza por que no eran las nuestras. Por consiguiente, produjeron el milagro de hacernos meditar en la soledad de nuestra alcoba lo que quiere decir la palabra patria; porque aunque estábamos contentos festejando una efemérides universal no nos sentíamos felices al comprender que todo lo que sucedía, todo lo que veíamos, todo lo que alrededor nuestro pasaba, no pertenecía a nuestras vidas.

Reflexionamos entonces sobre el verdadero significado de la palabra patria y nos condujo aún más lejos al profundizar el contenido literario y filosófico de nuestra canción patriótica "EL HIMNO NACIONAL DE GUATEMALA"; regularmente lo cantamos cual si fuera una marcha fúnebre, sin analizar el contenido de una letra que encierra grandes conceptos y que cada uno de ellos es una cátedra de civismo o de estudios sociales, cuando éstos se toman en el engranaje que corresponde al anonimato del autor que por largos catorce años guardó silencio, escuchando su obra maestra escrita con gran patriotismo al amor de su segunda patria y el recuerdo de la tierra que lo vio nacer.¹

Todos sabemos que la palabra "Himno" se deriva del griego "HYMNOS" que quiere decir canto, y que era considerado como un cántico en honor de la divinidad o de los santos. Entre los antiguos el himno era un poema en honor de los dioses o de los héroes y el himno nacional de todo país no es sino un canto popular a nivel nacional, Todo esto es una manifestación de entusiasmo, objeto que lo provoca y por consiguiente, se escriben muchos himnos de acuerdo a los diferentes momentos anímicos y necesidades que se presenten.

Himno en sentido general, es la expresión del sentir de una comunidad, de un pueblo por el deseo de proclamar a los cuatro puntos cardinales las ansias de libertad, prosperidad, de grandeza, de entusiasmo, de exaltación, de todo lo mejor que da la tierra que nos vio nacer, que nos cobijo en la niñez y la juventud o adultez, donde vivimos trabajando para su engrandecimiento. Esta tierra grande o pequeña, pobre o rica, se llama patria y también recibe el nombre de Hogar, que quiere decir hoguera o fuego, porque representa la llama del cálido amor, de algo que es invalorable.

Existen muchas clases de himnos que se ejecutan o cantan en diferentes formas y ocasiones; en distintos momentos de la vida del hombre; de instituciones en actividades sociales; otros, son dedicados a establecimientos educativos, civiles, religiosos, militares; también para determinados símbolos, emblemas y actividades específicas como los dedicados a la Madre, al Padre, al amor, al árbol, a los caudillos y muchas otras cosas.

Alguna personas ─mal informadas o por ignorancia─, sostienen que "X"himno es el primero del mundo y que "Y" es el segundo sucediéndole "Z" y así sucesivamente, sabemos y estamos convencidos que ninguno está autorizado para hacer esta aseveración. Nos hemos permitido mencionar esto, porque sabemos que cuando se trata de un Himno Nacional, en sentido general, decimos que todos son bellos y que estos representan específicamente, el sentir de un pueblo de donde son originarios y son parte de una oración patriótica. Esta es una de las razones por lo que lo HIMNOS NACIONALES NO SE APLAUDEN, y se escuchan con respeto, casi con veneración, porque sin ser un cántico teológico, los himnos son considerados como "Cantos populares sagrados", que merecen toda la debida atención y devoción más grande para ejecutarlos, cantarlos y escucharlos.

Ahora, sí decimos: entre los bellos y completos por su contenido literario, ─aunque es un poco largo─, se encuentra el canto patriótico de la República de Guatemala, que nos es posible analizar e interpretar en su contenido como cátedra pedagógica en cuatro grandes conceptos:²

1.─Guatemala antes de la Independencia y su incierto futuro;
2.─Guatemala en su independencia y los promotores de ésta;
3.─Los símbolos patrios de Guatemala y el valor de sus hijos; y
4.─Posición geográfica de Guatemala y profecía de su futuro.



PRIMER CONCEPTO

GUATEMALA ANTES DE LA INDEPENDENCIA
Y SU INCIERTO FUTURO


II

"¡Guatemala feliz...! ya tus aras
No ensangrienta feroz el verdugo";

fueron los versos originales del poeta anónimo que cantaron en "premiere" mundial, la noche del domingo 14 de marzo de 1897. Más tarde, en el año 1934, estos versos los sustituyeron quedando así:

"¡Guatemala feliz...! que tus aras
no profane jamás el verdugo";

El gramático y gran mentor guatemalteco don José María Bonilla Ruano sin duda alguna embelleció la expresión literaria y respetó "Guatemala feliz..."

Nos permitimos hacer la presente interrogación: ¿Por qué el autor de la letra permaneció tanto tiempo en anonimato y por qué escribió puntos suspensivos después de feliz? La contestación a esta pregunta fácilmente la puede obtener cada uno que lea este análisis o lo tome como modelo para dictar una conferencia en la cátedra cotidiana de la vida. Gramaticalmente sabemos el uso de los puntos suspensivos; aún así, nos formulamos las siguientes preguntas: ¿Era Guatemala feliz antes de la independencia? ¿Fue Guatemala feliz después de la independencia? ¿Es Guatemala verdaderamente feliz en la actualidad?

"...que tus aras no profane jamás el verdugo". La conclusión de estos primeros versos son un índice acusador a todas las dependencias gubernamentales, privadas, jurídicas y sociales. Por cuanto en la escuela nos hablan del "ALTAR DE LA PATRIA", pero nunca nos dicen en que consiste este altar, que es ara del sacrificio en donde otrora sucedieron muchas cosas en holocausto de un ideal renovador, de una Patria Grande.

Principiamos por el HOGAR. Este lugar es un ara en donde la madre es el santuario de la educación maternal tradicional, el padre el sacerdote que colabora y guía esta educación; y los hijos, los feligreses que reciben todo esto. Si alguno de ellos falla en impartirla o recibirla, son los primeros "verdugos" de la Patria que señalan los dos versos que inician nuestra canción patriótica.

En segundo lugar. LA ESCUELA. Si en este templo del saber cada maestro en el altar educativo de su clase no imparte bien la cátedra según el contenido de ella, automáticamente se convierte en un "verdugo" de la educación; y de la misma forma si los alumnos no actúan como debe ser, también son "verdugos" de esta educación y por consiguiente, "verdugos de la patria".  

Las universidades tienen tantos altares como Facultades existan y éstas tendrán tantos altares como Departamentos y cátedras se impartan; también las oficinas administrativas pasan a ser parte de este complicado engranaje del señalamiento de los primero versos del Himno Nacional de Guatemala.

¿Cuántas veces los necesitados de algún trámite oficial llegan a suplicar ser atendidos y los empleados en lugar de servir al momento como debiera serlo, se ocupan de otros menesteres tales como leer la prensa o revistas; otras se hacen el manicure o se les oye contar la vida y milagros de las intimidades del día anterior; si es lunes, lo sucedido el fin de semana; otras tejen o bordan escuchando su radioemisora favorita en lugar de cumplir con su trabajo de la oficina respectiva. Todos ellos también pasan a ser parte de los "verdugos de la Patria", porque mancillan el altar patrio del trabajo encomendado.

Como un axioma, véanse o mejor dicho, léanse u óiganse las informaciones de prensa, sobre la actuación de muchos empleados mayores y menores que primero ven sus propios intereses, olvidándose de los que pagan para que ellos devenguen jugosos sueldos. También ellos son "verdugos" de Guatemala por no cumplir a cabalidad con sus obligaciones...

....Un último caso y por eso será notorio. Todo aquel que acepta un empleo sin estar capacitado o preparado para él y poderlo desempeñar con responsabilidad, automáticamente se convierte en un "verdugo" que profana el ara de la Patria, porque no cumplirá a cabalidad con el compromiso patriótico de la obligación que se le ha confiado.

¿Cuántos casos más podemos enumerar? En el siguiente numeral concluiremos el primer cuarteto con los dos versos que faltan del análisis del primer concepto.

III

"Ni hay cobardes que laman el yugo,
Ni tiranos que escupan tu faz".

Estos eran los versos adoptados por acuerdos Gubernativos de 28 de octubre de 1896 y 19 de febrero de 1897. Luego, con la reforma cantamos:

"ni haya esclavos que laman el yugo
ni tiranos que escupan tu faz". 

En lo antes dicho, por haber tenido que dar referencias históricas de lo que es un himno y sus diferentes características y clases, solamente logramos escribir sobre los primeros dos versos del primer cuarteto de la primera estrofa y ahora continuamos con los últimos dos que encabezan este análisis. La relación de estos versos, tanto el primitivo como el reformado guardan mucho en común y la única palabra cambiada es "cobardes" por "esclavos". ¿Cuál de las dos versiones es más dura y se ajusta a la realidad de nuestra vida cotidiana?

La verdad sin cortapisas es que tanto daño hace un pueblo que es cobarde como el que es esclavo; y más aún, todo aquel que se convierte en verdugo patrio traiciona la libertad patria como el que actúa como esclavo de determinada doctrina política, religiosa, social, partidista y todas aquellas diferentes corrientes que se han creado con el correr de los años como ruptura de una equívoca liberación.

Todos los que trabajamos en la docencia sabemos que los primeros esclavos del deber se supone que somos los maestros porque prácticamente estamos ubicados como emparedados entre dos fuerzas poderosas: la dictadura de los de arriba y la dictadura de los de abajo; y por que prácticamente muy pocos recuerdan nuestra obra y fácilmente olvidan  los beneficios adquiridos con la educación sistemática. No está demás hacer ver que, los niños mimados en ciertos hogares, inmediatamente se convierten en tiranos de sus de sus padres que aceptan órdenes como obedientes esclavos. Como una coincidencia, ¿sucede esto en la escuela actual?

La violencia de nuestros días en Guatemala, también es secuela productiva de la esclavitud de la extrema derecha y esclavitud de la extrema izquierda. Una vez más los centristas quedamos como carnada de un exquisito emparedado para sufrir las consecuencias de las dos doctrinas en el momento de la fuerza inflexible del poder de una de ellas.

Con la evolución educativa que en algunos lugares se ha operado vertiginosa y en otros pausada y lentamente, casi se ha perdido el contenido de estos dos versos porque tanto en una corriente como en otra, sus seguidores no son libres de pensar y razonar teniendo que obedecer ciegamente el mandato del "jefe" que los gobierna en dos polos completamente diferentes en el mundo de los contrarios de que nos habla Platón.

Las fuerzas poderosas de la Edad Media, la Cruz y la Espada han perdido su poderío e influencia en un crecido número de supersticiones y sumisiones respectivamente; solamente siguen en pugna las fuerzas astutas de la ambición personal o de la obediencia ciega de corriente singular específica. Sólo aquellos que son creadores o innovadores de fertilizantes ideas se salvan de esta esclavitud por que no son seguidores y pasan a ser los hombres libres que rechazan y rechazarán los mandos tiránicos que ambos mandos ordenan y que terminan por escupir y manchar terriblemente la faz irredenta de la Patria. El primer cuarteto completo dice así:

"¡Guatemala feliz...! que tus aras
no profane jamás el verdugo;
ni haya esclavos que laman el yugo
ni tiranos que escupan tu faz".


 IV

"Si mañana tu suelo sagrado
Lo amenaza invasión extranjera
Tinta en sangre tu hermosa bandera
De mortaja al audaz servira".

Este cuarteto es tan complejo que la mayoría lo interpreta como invasión por medio de las armas de una potencia extranjera y se olvidan que invasiones hay muchas a nivel  intelectual y cultural como se conocen en el mundo de los valores del hombre, particularmente los económicos, sociales, religiosos y artísticos.

Los versos que inician esta página son los originales del poeta anónimo, veamos el contenido de los de la reforma 1934, éstos dicen así:

"Si mañana tu suelo sagrado
lo amenaza invasión extranjera,
libre al viento tu hermosa bandera
a vencer o a morir llamará".

Una vez más encontramos que los versos originales son demasiado fuertes, pero con la reforma, estos versos se embellecieron y en sentencia condicional siguen siendo acusadores de nuestras acciones buenas o malas, en bien o en contra de nuestra patria.

Veamos: la invasión de nuestro país es más notoria en el nivel cultural, ejemplos: la degeneración de las tradiciones y costumbres; el idioma, las lenguas vernáculas, los valores económicos, sociales, artísticos, religiosos, hábitos y muchas cosas que pertenecen a nuestros antepasados y ahora casi los desconocemos completamente porque han sido borrados del mapa nacional por fuerzas poderosas e intereses mayores que los nuestros.

"Viajar es vivir", decía un gran filósofo y estamos de acuerdo con esta afirmación; pero también decimos: "Viajar es morir", porque cada país que uno visita deja cierta nostalgia y un recuerdo. En cada recuerdo se va desintegrando para bien o para mal, el corazón de cada persona.

...Los guatemaltecos nos inclinamos a imitar lo que nos proporcionan culturas más avanzadas y algo asimilamos de lo bueno y práctico de estas culturas. ¿Quiénes son culpables de todo este desbarajuste? Solamente hay una contestación: nuestras autoridades educativo-culturales al prestar oídos sordos  a la terrible invasión teatral de radio y telenovelas importadas tanto del norte como del sur del continente americano. ¿Acaso en nuestra patria no contamos  con grandes artistas de teatro y directores que podrían hacer cosas mejores en escena viva que las importadas en "videotape"? Contamos con buenos maestros de teatro como Rubén Morales Monroy, Victor Hugo Cruz y César Avilés, para no citar más que tres; de cada uno de ellos sabemos y conocemos su titánica lucha para poder sobrevivir en este mundo de incomprensión artística.

Sabemos que nuestro pueblos necesita entretenimiento, pero entretenimiento sano; también sabemos que contamos con elemento suficiente para proporcionar este goce estético y evitar que en el teatro nos sigan invadiendo obras extranjeras de poco valor en su contenido cuando las nuestras son mejores; algunas de ellas, obras clásicas que pueden ganar universalidad por su contenido altamente educativo y humano. Gustosos aceptamos que nos den obras de los grandes clásicos universales porque estamos convencidos de que ésta es la única manera de hacer escuela y adquirir verdadera tecnica teatral. Tanto de versos "Lo profana invasión extranjera"o "lo amenaza invasión extranjera", hay mucho que decir.


V

En el campo de la música la invasión extranjera es aún fuerte, por cuanto hacemos propaganda gratuita a países que no la necesitan con imitaciones de su música singular. Todos estos países con recorrer de los años han cultivado y desarrollado su propia personalidad nacional y se definen patrioticamente por el contenido de su mensaje. ¿Por qué nos hemos olvidado del instrumento nacional de Guatemala que es la Marimba? Sabido es que los mejores ejecutores de este instrumento los produce Guatemala y los óptimos son del occidente del país. Gracias a maestro Galeotti Torres, el monumento a nuestro relegado instrumento hablará a las generaciones venideras.

Recordamos nuestra niñez pensando en aquellas bellas canciones que nacieron a raíz del triunfo de la llegada de Oscar Morales López en su famosa "Quetzal". Posteriormente el primero y doloroso accidente aéreo del Callejón de Huérfanas, que trajo consigo muchas canciones dedicadas a Chinto Rodríguez Díaz³ y que han pasado al olvido por ignorancia o negligencia de nuestras autoridades educativo-culturales de esa época al no preocuparse de estimular ese género musical de creatividad guatemalteca.

En el gobierno del General Lázaro Chacón, si no hubiera sido por el gobierno alemán o compañía alemana que estimuló "El Ferrocarril de los Altos", Domingo Betancourt hubiera sido olvidado también. Todos sabemos que la política es terrible; por eso mismo nos permitimos decir que no importa que el General Jorge Ubico haya sido el dictador de los 14 años, pero... ¿por qué no se desempolva y resucita el "Número 5"? Esta marcha no tiene nada que envidiarle a las extranjeras porque no sólo es mensaje indoguatemalteco, sino también representa la historia política de Guatemala.

El maestro Jesús Castillo, etnologista guatemalteco, compuso la "Oda a la Liberación de Guatemala" (1920, como triunfo del movimiento unionista); el maestro Oscar Castellanos Degért, "La Luz Negra" (1940, como producto de la dictadura ubiquista); y el maestro Benigno Mejía Cruz, "El 20 de Octubre" (1944, descripción de los sucesos revolucionarios de la época). Estos tres poemas sinfónicos debieran ser conocidos por todos los habitantes de la república de Guatemala y porque también son obras que servirían de estímulo a nuestros estudiantes de música y de modelo de lo que debe hacer para ganar personalidad y estilo nacionalista, porque las copias o imitaciones siempre resultan un fracaso.

Las canciones para niños, de Tita Corina y Jesús María Alvarado ─pioneros de las canciones guatemaltecas para niños─, son obras que merecen reconocimiento y estímulo. Aunque muertos, su música debe vivir porque son la expresión enigmática y triste de nuestra raza, porque así la tomaron los invasores que nos subyugaron; pero en cambio si aceptamos la invasión extranjera de la mala caricatura de "Mariachis", cumbias y muchas otras formas musicales que han servido para evitar la escasa producción popular creativa que tenemos por falta de estímulo nacionalista.

En los últimos años tenían que invadirnos los "hippies" para trastocar el uso de nuestros bellos trajes vernáculos. Se ha perdido la elegancia de un buen "huipil"y con muchas raras excepciones, las "enaguas" y "mengalas" de nuestras cobaneras y quetzaltecas. ¿Por qué si hemos de imitar lo que nos dan otras culturas no tomamos como modelo el amor de las "tehuanas" que no dejan morir sus tradiciones y usan sus trajes toda vez que es posible, de acuerdo con las diferentes ocasiones? La invasión extranjera del mundo de los valores es mucho mayor que la nacionalidad y amor de nuestro pueblo.

Que nuestra bandera sea mecida por el viento y que nos haga sentir ese amor que otros ciudadanos sienten por su patria; que seamos dóciles a doctrinas extremistas para no caer dentro del contenido del segundo cuarteto de la primera estrofa del Himno Nacional de Guatemala.

Con fuerza el "coro" reafirma el entusiasmo del pueblo al cantar:

"Libre al viento tu hermosa bandera
a vencer o a morir llamará;
que tu pueblo con ánima fiera
antes muerto que esclavo será".

Así termina en contexto de estos versos y que si pudieran ser razonados y asimilados por todos nosotros, logramos en un futuro no muy lejano, la Patria Grande que muchos grandes hombres han soñado y que por miopía de unos y maldad de otros, siempre hemos tenido una invasión extranjera en  el mundo de los valores del hombre.

FIN PRIMERA PARTE


Análisis de Himno Nacional de Guatemala
Manuel Alvarado Coronado
─CENALTEX─
Centro Nacional de Libros de Texto y Material Didáctico
"José de Pineda Ibarra"
1989


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NOTAS

¹ Se refiere el autor al maestro José Joaquín Palma, cubano, autor de la letra original del Himno Nacional de Guatemala, quien en adelante se denomina en esta obra como "anónimo", porque de esa manera firmó el trabajo que entregó a la junta calificadora, ya que por ser de nacionalidad cubana (Hecho prohibido por los requisitos de participación en el concurso, que exigían que los participantes fueran exclusivamente de nacionalidad Guatemalteca) y también por ser parte integrante de la misma junta calificadora (este último hecho poco conocido), no se atrevió a firmar con su nombre la propuesta de letra de su autoría.

² En esta entrega dividiremos el trabajo en dos partes, la primera con la introducción y el primer concepto y la segunda con el resto de conceptos y material anexo.

³ Se refiere el autor al Piloto Coronel Jacinto "Chinto" Rodríguez, quien falleció en el primer accidente aéreo de nuestro país, ocurrido en el callejón de dolores, actual novena calle "A" el 28 de septiembre de 1929 al caer el primer avión de nuestro país llamado "Centroamerica". Iba acompañado del Lic. José Luis Balcarcel, Secretario de la Comisión de Límites; el niño Carlos Montano Novella y el Ing. Julio Montano Novella, en ese entonces Cónsul de Guatemala en Nueva York. Todos excepto el Ing. Montano, perdieron la vida en aquel accidente.

Primer accidente aéreo en Guatemala