María García Granados a cuya memoria José Martí compuso el bellísimo poema La niña de Guatemala |
LA NIÑA DE GUATEMALA
Quiero, a la sombra de un ala,
contar este cuento en flor:
la niña de Guatemala,
la que se murió de amor.
Eran de lirios los ramos,
y las orlas de reseda
y de jazmín; la enterramos
en una caja de seda...
Ella dió al desmemoriado
una almohadilla de dolor
él volvió, volvió casado:
ella se murió de amor.
Iban cargándola en andas
obispos y embajadores:
detrás iba el pueblo en tandas,
todo cargado de flores...
Ella, por volverlo a ver,
salió a verlo al mirador:
él volvió con su mujer:
ella se murió de amor.
Como de bronce candente
al beso de despedida
era su frente ¡la frente
que más he amado en mi vida!
Se entró de tarde en el río
la sacó muerta el doctor:
dicen que murió de frío:
yo sé que murió de amor.
Allí, en la bóveda helada
la pusieron en dos bancos:
besé su mano afilada,
besé sus zapatos blancos.
Callado, al obscurecer,
me llamó el enterrador:
¡nunca más he vuelto a ver
a la que murió de amor!
José Martí
No hay comentarios:
Publicar un comentario